Depresión

La depresión es un trastorno de salud mental común.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que el 5% de los adultos padecen este trastorno a nivel mundial.

La depresión se caracteriza por una tristeza persistente y una falta de interés o placer en actividades que previamente eran gratificantes y placenteras. Además, puede alterar el sueño y el apetito, y es frecuente que concurra con cansancio y falta de concentración.

La depresión es una causa importante de discapacidad en todo el mundo, e incide considerablemente en la carga de morbilidad. Los efectos de la depresión pueden ser prolongados o recurrentes, y pueden menoscabar extraordinariamente la capacidad de una persona para actuar y vivir una vida gratificante.

En esta ocasión quiero hablar de la depresión desde el enfoque psicológico de la terapia cognitivo conductual (TCC).u

Desmitificando la depresión:

La depresión a menudo se presenta como una maraña compleja de emociones, pensamientos y comportamientos.

La TCC nos invita a desenredar estos hilos y comprender cómo nuestras percepciones pueden teñir nuestra realidad.

Explorando los patrones de pensamiento:

La TCC nos guía a través de la exploración de los patrones de pensamiento que caracterizan la depresión.

Nos ayuda a darnos cuenta de cómo filtramos la realidad a través de lentes negativos.

Desafiando estos patrones, podemos abrir ventanas a nuevas perspectivas y cultivar un terreno mental más fértil.

Desafiando creencias limitantes:

Las creencias arraigadas son como raíces profundas que sostienen la depresión.

La TCC nos enseña a desafiar estas creencias limitantes, cuestionando su validez y explorando alternativas más realistas y positivas.

La relación entre la conducta y la emoción:

La TCC reconoce la íntima conexión entre la conducta y la emoción.

Romper el ciclo de la depresión implica identificar acciones que refuercen patrones positivos y contrarresten la inercia que a menudo acompaña a esta condición.

Estableciendo objetivos y celebrando logros:


La depresión puede nublar nuestra visión de logros potenciales.

La TCC abraza la importancia de establecer metas realistas y celebrar cada pequeño logro.

Estos triunfos, por modestos que sean, se convierten en faros que guían nuestro viaje hacia la recuperación.

Construyendo una red de apoyo:


La TCC nos enseña que no estamos solos en este viaje.

Fortalecer nuestras conexiones sociales, compartir nuestras experiencias y buscar apoyo son elementos fundamentales para iluminar el camino hacia la resiliencia.

La TCC no nos promete un camino exento de desafíos, pero sí nos ofrece herramientas para navegar las tormentas.

Al desafiar los patrones de pensamiento, redefinir creencias limitantes y revitalizar nuestras acciones, la TCC emerge como un faro de esperanza en la travesía hacia la recuperación.

Si quieres aprenderder a gestionar mejor tus emociones para que estas sea más adaptatvias, te invito a asistir a con un psicólogo o psicóloga profesional que te pueda brindar las herramientas que necesitas.

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