Estrés y factores desencadenantes
Las personas experimentamos estrés cuando nos encontramos ante una situación tensa o amenazadora que requiere que cambiemos o adaptemos nuestra conducta.
El ajuste es cualquier intento que realizamos para enfrentar una situación estresante, y la manera en que lo hagamos afectará nuestra salud.
El estrés prolongado puede tener como consecuencia desórdenes físicos y psicológicos.
¿Cuáles pueden ser las fuentes de estrés?
Algunos acontecimientos como las guerras y desastres naturales son factores de estrés, ya que el peligro es real y las vidas se ven amenazadas, sin embargo, no se limita a situaciones de vida o muerte, momentos desagradables o tensión.
Cualquier situación que requiera un cambio o adaptación para satisfacer alguna necesidad también puede generar estrés como lo podría ser una boda o un nuevo trabajo.
Otra fuente estrés pueden ser las molestias, disgustos o irritaciones.
La presión, se puede derivar tanto de fuerzas externas o internas, haciéndonos sentir forzados a rendir a niveles más altos.
La frustración causada por: demoras, falta de recursos, pérdidas, fracasos y la discriminación.
El conflicto al enfrentarse a dos o más demandas, oportunidades, necesidades o metas que son incompatibles .
Por último se encuentra el estrés autoimpuesto, que surge cuando las personas se someten así mismas a estrés al hacer suyas creencias irracionales de autoderrota que añade un estrés innecesario a la vida cotidiana.
Si eres una persona que sufre de estrés te recomiendo acudir con profesionales de la salud preparados que te puedan brindar herramientas para su manejo y tener así una vida más equilibrada.
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Fuente:
Morris, Ch. G. (1997), “Introducción a la psicología”, 9a Ed. Prentice-hall Hispanoamericana S.A.